Villefrenche-sur-Mer, puerto natural en la Costa Azul

Villefrenche-sur-Mer es una pequeña localidad de la Costa Azul que pasaría inadvertida sino fuera porque es uno de los puertos en los que anclan muchos de los cruceros del Mediterráneo. Esta población tranquila y discreta es una escala habitual de algunas compañías navieras debido a su imponente y amplia bahía en la que fondean barcos que no podrían hacerlo en otros puertos.

Este puerto natural comenzó a desarrollarse en el siglo XIV y hoy es un poblado turístico muy pintoresco, rodeado de colinas y con un clima agradable. Es el casco antiguo se encuentra la Ciudadela, construida en 1557 como defensa ante los ataques de los piratas. Otro de los puntos turísticos es la Rue Obscure, una callejuela medieval cubierta con grandes arcos. También vale la pena descubrir la capilla de St. Pierre, el patrón de los pescadores que fue decorada por Jean Cocteau, o bien caminar por la Rue de Poilu, para así disfrutar de sus tiendas de jabones, perfumes y de sus galerías de arte.

Villefrenche-sur-Mer es además un punto de conexión con las localidades más importantes de la Costa Azul: Niza y Mónaco. Es común que los barcos fondeen en la bahía para que los pasajeros sean trasladados en Tenders hasta el puerto pesquero de la Santé.

Los turistas también pueden tomar el tren turístico que hace un recorrido por los lugares más interesantes de Villefrenche o bien disfrutar de las vistas de la bahía que se obtienen desde algunas terrazas del pueblo.