Stavanger, la capital noruega del petróleo
Gamle Stavange es conocida por algunos como la capital noruega del petróleo. El gran auge de esta ciudad se dió en los años 70 y desde entonces se la etiquetó como la ciudad del petróleo y el arenque. Su puerto es el motivo para decidirse a conocer esta villa sureña, sin dejar de considerar los grandes hitos de la Noruega: sus fiordos. Una opción es comenzar a recorrerlos partiendo de ella.
El barrio viejo o Gamle Stavanger es la parte occidental de este pequeño poblado y está adornado por hermosas callejuelas con exactamente 173 caserones de madera pintada del color más blanco que la propia nieve, logrando hermosas vistas dignas de ser caminadas.
Muy cerca Gamle Stavanger está el otro brazo del puerto donde proliferan almacenes de conservas, sal y madera. En el muelle de Skagen puedes conocer sus restaurantes y bares donde una población cosmopolita invita a sentirse en un mundo aparte. Para degustar los excelsos platillos nórdicos, el Casco Antiguo es una zona de activa vida nocturna con muchos restaurantes. Esta zona es para los pobladores de la ciudad uno de los epicentros gastronómicos del mundo.
A lo largo de la National Tourist Route Ryfylke, una de las 18 carreteras que designada de interés nacional por lo escénico de sus paisajes, se llega a Bergen, la capital de los fiordos y la ciudad más bonita de Noruega.
En esta ruta aparecen de pronto los tres imponentes protagonistas de la región: El Lysefjord o fiordo de la Luz, el Monte Kjerag y el impactante roquedo del Preikestolen, más conocido como el Púlpito, con precipicios de 600 metros a la vertical.
Aquí puedes practicar la navegación en kayak a través de los 42 kilómetros del fiordo más grande. Además, está la senda montañera del Kjerag, en cuya cumbre podrías retar al vértigo posando encima de un pedrusco encajado sobre el vacío en la grieta que parte en dos sus paredes.
Con cruceros todo incluido puedes viajar a este esplendoroso país nórdico de cascadas con nombres impronunciables, riscos de piedra, colinas y atrapantes tajos de agua.
Vía: Ocho leguas