You are here: Home > general, viajar > Lovaina

Lovaina

El Ayuntamiento de Lovaina al atardecer

Lovaina, con este nombre tan poético y tan dispar de Leuven -su topónimo original- se esconde una de las perlas más bien conservadas de Flandes.

Con apenas 100.000 habitantes cuenta con un número elevado de universidades y el espíritu joven y moderno se respira en sus calles. A lo largo de la ciudad la vida universitaria tiene presencia en cada esquina, desde antiguos colegios donde residían los alumnos hasta facultades de todo tipo de enseñanza hasta porterías en la calle donde los nombres de pila de cada estudiante aparecen rompiendo las formalidades.

Uno de los colegios que abundan en la ciudad

Qué ver en Lovaina

El centro histórico de Lovaina se condensa entre el río Dijle y la estación de tren. Verdaderamente, los edificios más representativos de la ciudad se encuentran muy cercanos y en un día completo podréis disfrutar de lo mejor de Lovaina.

La Universidad de Lovaina

La Virgen María con espada en mano presidiendo la Universidad de Lovaina

Construida inicialmente a mediados del siglo XV, la antigua Universidad de Lovaina puede contar en sus paredes la trágica historia del siglo XX. La antigua biblioteca acunaba manuscritos desde que se fundó en el corazón de la Universidad a principios de siglo XVII. Sin embargo, los alemanes quemaron la biblioteca repetidamente durante las dos guerras mundiales así como partes extensas de la ciudad.

No obstante, esa afrenta se tradujo en una de las primeras acciones de fundraising a nivel internacional de la historia. Llevada a cabo principalmente por los Estados Unidos, el mundo se indignó por la barbarie de los alemanes al quemar valiosos libros de una de las bibliotecas más reputadas del centro de Europa y sufragaron los gastos de la reconstrucción de la misma.

El arquitecto norteamericano Whitney Warren -constructor de la estación de trenes de Nueva York- levantó nuevamente la Universidad de Lovaina durante la década de los veinte siguiendo el estilo renacentista de los Países Bajos.

Generalmente en monumentos históricos, especialmente en iglesias, encontramos pasajes de la Biblia o del Nuevo Testamento que podemos ir siguiendo. En este caso, la fachada de la Universidad de Lovaina nos habla de un pasado mucho más próximo y os quedaréis un buen rato analizando y buscando el significado.

La reconstrucción supuso una mezcla de estilos y, a su vez, uno de los símbolos arquitectónicos anti-alemán más marcados del mundo. En la fachada destaca la Virgen María con espada en mano subyugando el águila alemana mientras que los países aliados aparecen en forma de gárgola a lo largo de la cornisa como Francia con la ineludible representación del gallo.

El interior de la Universidad está abierto al público y asimismo podemos subir las interminables escaleras que nos llevan a lo más alto de la torre. Os recomiendo no subir a la hora en punto ya que las campanas resuenan de manera infernal y vuestros tímpanos ensordecerán. A medio camino de la subida os podéis parar a entrar en la biblioteca donde veréis a los estudiantes de Lovaina con sus apuntes en un entorno al más puro estilo Harry Potter. Desde lo alto de la torre gozaréis de una vista de pájaro al bonito horizonte de Lovaina con sus casas de estilo flamenco y la elaborada torre del Ayuntamiento a lo lejos.

El Ayuntamiento de Lovaina

Un detalle de la ostentosa fachada del Ayuntamiento de Lovaina

La iglesia de San Pedro y el ostentoso Ayuntamiento de Lovaina presiden la Grote Markt, la plaza principal de la ciudad. Los orígenes del edificio se remontan al siglo XV. En motivo de la construcción del espectacular Ayuntamiento de Bruselas en la Grand Platz, Lovaina -por entonces gran rival y vecino a escasos 30 kilómetros de distancia- no podía quedar atrás y se ordenó la construcción de un Ayuntamiento todavía más alto.

Los planes originales quedaron al traste al comprobar que el subsuelo no era lo suficientemente firme y de repente se encontraron con miles de piedras sin poder usar. Los planes cambiaron a partir de entonces y se empezó a usar la piedra sobrante para labrar una de las fachadas más originales e impactantes de Europa.

El Ayuntamiento es un ejemplo del gótico florido más auténtico. La vista se os detendrá en los pináculos finamente labrados, en las centenares estatuas que presiden la fachada -236 estatuas para ser concretos- y en las pequeñas ventanas que decoran el techo del edificio.

Se ofrecen visitas guiadas al interior del Ayuntamiento para ver sus dependencias. De hecho, justo a la esquina se encuentra la oficina de turismo donde os informarán sobre los precios y horarios para realizar la visita guiada. Personalmente me pareció que merece más la pena disfrutar de su exterior que de su interior.

La Iglesia de San Pedro

La iglesia de San Pedro en Grote Markt

Sint-Pieters Kerk se encuentra justo en frente del Ayuntamiento en la misma Grote Markt. La entrada a esta iglesia levantada durante el siglo XV de estilo barroco es gratuita a excepción de si queréis visitar los tesoros que cobija -pinturas y esculturas en plata y bronce-. Con curiosidad comprobaréis que las torres de la iglesia parecen no haber sido terminadas. Efectivamente, en la iglesia ocurrió lo mismo que en Ayuntamiento y en subsuelo hizo de las suyas así que sus constructores se vieron obligados a dejar las torres a media altura de lo esperado. El campanario de la iglesia está reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Donde tomar algo en Lovaina

La barra más grande Europa

Flandes y por extensión Bélgica es el paraíso de la buena cerveza. Leuven no es una excepción y en la ciudad existen unas cuantas cervecerías que producen su propia marca. De hecho, en Lovaina lo tienen claro, la ciudad es la capital del mundo de la cerveza. Para hacernos una idea, a principios del siglo XX existían más de 30 fábricas de cerveza en toda la ciudad. Hoy en día, la globalización ha absorbido a muchas de ellas aunque todavía quedan algunas. Si queréis visitar alguna tenéis la archi-famosa Stella Artois y algunas más familiares como Domus o Brouwerij De Hoorn.

Si te encuentras de viaje a Flandes entre el 24 de abril y el 25 de mayo no te pierdas el Festival de la Cerveza que tiene lugar en Lovaina. Con la llegada del buen tiempo, sin duda, es una oportunidad excelente para disfrutar de la mejor cerveza del mundo en un entorno histórico como Lovaina.

Oude Markt

Paseando por el centro de la ciudad me sorprendió encontrarme en el lugar que denominan la barra más grande de Europa, me hallaba en Oude Markt y no en vano esta alargada plaza alberga más de cuarenta bares con sus terrazas transformando el lugar cuando hace buen tiempo en una gigantesca terraza vibrante y donde se bebe de las mejores cervezas del continente. Sin duda, el lugar ideal para relajarse después de una intensa visita a Lovaina.

Donde comer en Lovaina

Estofado tradicional en el restaurante cervecería Domus

Observaréis que Lovaina ofrece un montón de terrazas donde disfrutar del buen tiempo si tenéis esa suerte. Gracias al ambiente juvenil que ofrece la ciudad existen multitud de propuestas modernas y tradicionales a nivel grastronómico. Una gran variedad multicultural está representada en Lovaina en forma de plato. La moda de los sushis, las tapas y los italianos dominan el escenario pero también podéis encontrar propuestas tradicionales de la casa.

Una buena recomendación a nivel tradicional sería la cervecería Domus, con una pequeña plaza propia para disfrutar al sol con menús que incorporan platos flamencos acompañados con la cerveza que elaboran ellos mismos. Conviene echar un vistazo al interior del local, veréis las grandes tuberías que rodean el lugar y ya os podéis imaginar que es la misma cerveza que llega a vuestra jarra la que corre por su interior. El precio medio por persona está entre los 25 euros aproximadamente.

Si buscamos algo más moderno una buena opción es Improvisio en Brusselsestraat 63 con platos más elaborados jugando con la tradición flamenca.

Curiosidades en Lovaina

Deliciosas trufas en Antonie Sweets

Bélgica no solamente es famosa por sus cervezas, también lo es por su exquisito chocolate y por la elaboración de quesos al igual que sus vecinos franceses.

Si os pasáis por la calle Tiensestraat encontraréis la tienda Antoine regentada por Patrick Aubrion. Se trata de un artesano de las trufas capaz de convertir en arte una pequeña pieza de chocolate mezclada con la imaginación y de productos naturales tan dispares como el champagne, frambuesa, café, cítricos, maracuyá, aromas de violeta para nombrar algunos. Un genio inovador puesto a las órdenes del chocolate. Una cajita de trufas puede dar un impacto más positivo que cualquier camiseta de souvenir como regalo de vuelta del viaje.

Cómo llegar a Lovaina

Lovaina apenas se encuentra a unos 30 kilómetros de distancia de Bruselas. Es curioso observar cómo en un espacio tan menudo la población pasa de hablar francés como primera lengua a hablar flamenco.

La mejor manera de desplazarse es el tren. Tanto para ir a Lovaina como cualquier otra ciudad de la región de Flandes. Las conexiones son muy buenas, los trenes puntuales e incluso los billetes se pueden adquirir directamente en la página oficial de Belgian Rail, nos los imprimimos y ya podemos subir a bordo tranquilamente. Conviene saber que podemos comprar el billete por internet y tiene validez para cualquiera de los trenes que subamos ese día, así que si perdemos el primero no pasa nada.

El billete desde el aeropuerto de Bruselas hasta Lovaina sale por 8.80 euros y parte cada 40 minutos con una duración de unos 20 minutos. La estación se encuentra unos 15 minutos andado del centro de Lovaina en su parte este.

Tags: