La ruta romana en España
El imperio romano dominó la Península Ibérica duró siete siglos y fue durante todo ese tiempo que fundó ciudades y realizó diversas construcciones. Así fue como el actual territorio de España se cubrió de murallas, templos, termas y teatros, un patrimonio que aún sobrevive y permite dar cuenta de la romanización.
El patrimonio es importante y se encuentra en diferentes lugares de España. Uno de los grandes íconos es el Acueducto de Segovia, que traía el agua del manantial de la Fuenfría hasta la ciudad y está conformado por 167 arcos que alcanzan los 28,5 metros de altura. Otro caso es el de la ciudad de Mérida, que conserva redes hidráulicas, puentes, un teatro, un anfiteatro y un circo, además del Arco de Trajano o la Casa del Mitreo, obras construidas antes del siglo V ac.
Por su parte, en Tarragona están las impresionan murallas del Paseo Arqueológico que rodean el casco antiguo. Allí se conserva el Portal de San Antonio, única puerta original de la fortificación. Junto al mar descansa un antiguo anfiteatro y un circo.
Otro anfiteatro de herencia romana es el de Segóbriga que en el siglo XVII sirvió de cantera para la construcción del monasterio de Uclés. Con capacidad para 6.000 espectadores, es bastante más pequeño que el anfiteatro de Itálica, en Santiponce (Sevilla) que fue uno de los anfiteatros más grandes del imperio romano, con capacidad para 25. 000 espectadores.
En Astorga los romanos se asentaron para explotar el oro y huella de su paso son las ruinas del foro, las termas, algunas redes de saneamiento, pavimentos con mosaicos y la Ergástula, un gran pórtico abovedado que hoy es un museo romano.
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Vía: 20 minutos