El mercado de Mae Klong

Una de las razones por las que me atrae el sudeste asiático es por su cultura, tan diferente a la occidental. Aquí a nadie se le ocurriría instalar un mercado en medio de unas vías de tren y sin embargo eso es lo que sucede en el puerto pesquero de Mae Klong, donde la vida de los habitantes tiene como uno de sus escenarios más importantes a un mercado que se encuentra justo sobre unas vías de tren.

Pero esto no es casual y se remonta al año 1905 y cuando los vendedores del mercado de Mae Klong se negaron a trasladarse de lugar cuando se construyó el ferrocarril que uniría la localidad con Bangkok. Fieles a sus convicciones y arraigados al lugar, prefirieron la tarea de levantar todo cada vez que el tren se asomase por las vías y así lo hacen desde entonces.

Todo sucede muy rápido en este mercado: los vendedores conocen los horarios de las salidas y llegadas del tren de la estación, que está situada junto al puerto, y unos minutos y en el momento en el que escuchan el claxon del tren levantan todos los objetos, pliegan toldos y mueven tenderetes. Lejos del profesionalismo de los billetes de AVE de Madrid a Sevilla el acuerdo tácito entre el maquinista y los vendedores funciona a la perfección. Luego de 20 segundos vuelven a acomodar todo como si nada hubiese pasado. Así funciona desde hace años esta sana convivencia.

Sin dudas, es uno de esos lugares que permiten conocer de cerca la idiosincracia local pues a este dato de color se le suma el hecho de que no es un mercado dedicado al turismo pues allí se venden productos locales: pescados, ranas, carnes, verduras, etc.

Vía: Diario del viajero