Delft, la ciudad de la casa de Orange
La ciudad de Delft se relaciona con la monarquía de la casa de Orange y, curiosamente, por estos días cobró protagonismo luego de la inminente asunción del príncipe Guillermo y la princesa Máxima como los nuevos herederos de la corona holandesa.
Muchas personas vivieron como una gran fiesta la ceremonia de abdicación del trono de la reina Beatriz a favor de su hijo yes por eso que desean conocer más detalles sobre la realeza de Holanda.
Todos ellos no deben dejar de visitar la ciudad de Delft. Allí transcurre parte de la historia de la familia Orange-Nassau, que comienza con un homónimo del monarca, el príncipe Guillermo. Residió en un monasterio que data de 1403 consagrado a Santa Ágata, entre 1572 y 1584, cuando fue asesinado en este lugar. En la actualidad, este edificio se llama Prinsenhof, Palacio del Príncipe, y está dedicado a la Familia Real por lo que se convierte en una visita casi obligada para los seguidores de la historia de la monarquía.
Otros puntos de interés de la ciudad son el Casco Histórico, que abarca más de 600 monumentos, la mayoría de los cuales datan de los siglos XVI y XVII aunque existen algunos más antiguos situados en el canal antiguo Oude Delft.
También habrá que visitar la Oude Kerk o iglesia vieja, que data de 1246 y tiene como particularidad una torre considerablemente inclinada por la inestabilidad del terreno en el que se apoya, y la Nieuwe Kerk, en donde se encuentra el panteón de la Familia Real Holandesa.
Una marca registrada de la ciudad de Delft es su cerámica, con su característico color azul e inspirada en las porcelanas importadas de China durante el siglo XVII.
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Vía: La Nación