¿Viajas para ser feliz? El problema entre las expectativas y la realidad
Viajar, qué duda cabe, puede ser una fuente de felicidad. Todos hemos sentido la trepidación de comprar los billetes del vuelo que nos trasladará al lugar de nuestros sueños. Y, posteriormente, las ensoñaciones de mirar las fotografías de la página web del hotel y de los lugares que visitaremos, imaginándonos allí durante nuestras vacaciones