Patones, pueblo entre montañas

Es uno de esos pueblos olvidados en medio de la sierra pero está a tan sólo 60 kilómetros de Madrid y es ideal para una escapada de fin de semana, en donde aprovechas las ofertas en hoteles rurales con rumbo.es o cualquier agencia de viajes.

Entonces conocerás las bondades de Patones, un pueblecito de esos en los que nada parece suceder pero que al mismo tiempo esconde una paz muy buscada por quienes habitan las grandes urbes.

Se encuentra en el corazón de una zona de montañas, algo inhóspita y alejada, y durante muchos años estuvo casi abandonado. Esto sucedió porque en los años ´40 sus habitantes abandonaron Patones debido a la mala calidad de las construcciones para trasladarse a Patones de Abajo, la parte más baja de la localidad.

Pero el destino del pueblo cambió en la década del ´70 cuando un grupo de artistas se asentó en el pueblo para buscar inspiración, en una atmósfera tan tranquila como amena. Fue el comienzo de la recuperación del pueblo, cuyos edificios fueron restaurados poco a poco.

Hoy el pueblo es un conjunto de calles estrechas y viviendas de una, dos o tres plantas, todas muy similares en estilo, de trazado irregular y con ventanas pequeñas o la ausencia de ellas. Construidas en piedra, fueron revestidas con barro y son a dos aguas, con tejados con teja curva. Además, están las dependencias ganaderas, muchas de ellas fuera del casco urbano y fabricadas con los mismos materiales que las casas.